CENTRO FÉNIX DE NATUROPATÍA
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Hola ! ! !

Más allá de las limitaciones impuestas por la percepción,
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados.

Bienvenid@s !!!

CIENCIAS ETERNAS


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Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.




martes, enero 20, 2015

Rebirthing / Renacimiento

¿QUÉ ES EL RENACIMIENTO?
Rebirthing es permitir a tu respiración que sane tu cuerpo y tu mente revelando tu espíritu divino. Es también un proceso seguro de respiración que libera patrones de comportamiento no deseados.
Durante las sesiones de Renacimiento, un renacedor profesional orienta y dirige tu respiración de modo que aumente el nivel de energía en tu cuerpo. Esta es la energía vital que permite al organismo limpiarse y purificarse, no sólo físicamente, sino también de los patrones de pensamiento limitadores.
Aprendiendo a respirar consciente y plenamente descubres y eliminas los problemas fundamentales que afectan a tu mente y a tus emociones.
Durante las sesiones de Renacimiento aprendemos cómo adoptamos decisiones y de qué tipo en el momento del nacimiento y durante la primera infancia, y cómo influyen en nuestra vida y en nuestras relaciones. Muchos de los problemas que nos afectan en el presente tienen su origen en estas decisiones.
El proceso al que accedemos a través del Renacimiento, no sólo nos permite resolver los traumas del nacimiento, sino que su alcance es mucho mayor, nos facilita el descubrimiento y la resolución de cualquier condición limitadora.

¿CÓMO SON LAS SESIONES DE RENACIMIENTO?
Cada sesión de Renacimiento consta de dos partes. Una parte de consulta en la que comentas con el renacedor los patrones que definen tu nacimiento, infancia, relaciones familiares y el modo en que estos patrones influyen en tu vida. Y otra parte en la que practicas la respiración consciente y conectada.
Esta respiración libera las tensiones acumuladas en tu organismo, lo que te permite experimentar dicha y vitalidad.
Al finalizar la sesión tienes oportunidad de comentar tus pensamientos y sentimientos o consultar cualquier duda que te haya surgido. El renacedor te ofrecerá indicaciones o afirmaciones en las que podrás centrar tu mente hasta la próxima sesión.

¿POR QUÉ UN RENACEDOR?
El renacedor es un profesional que ha recibido la formación adecuada para ayudarte. Va a guiar tu respiración de modo que el proceso se desarrolle adecuadamente y te orientará y ayudará a superar los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales que puedas experimentar. Así mismo, está capacitado para apoyarte a solucionar los problemas que afectan a tu vida, cuyos orígenes están en tu sistema de creencias inconscientes, ofreciéndote diversas herramientas para su resolución.

¿CÓMO SE EMPIEZA?
La primera fase consiste en realizar diez sesiones con un renacedor profesional. En principio es aconsejable realizar una sesión por semana. El objeto de esta primera etapa es desarrollar una relación de confianza con el renacedor y mantenerla el tiempo necesario para integrar los resultados de tu experiencia.
La segunda fase consiste en tomar una nueva serie de diez sesiones con el mismo renacedor donde se aprende a manejar el propio caso. Esta segunda fase se debe realizar después de un tiempo de asentamiento, para volver la vista atrás y considerar todo el proceso vivido durante el primer ciclo. El tiempo es variable, dependiendo de cada caso, aunque dos meses es un tiempo bastante común para cualquier persona. El intervalo entre sesiones en este segundo ciclo es de quince días. En este segundo ciclo se profundiza con sesiones de Renacimiento en agua fría y caliente, sesiones mirándose a los ojos y trabajos con el fuego.
El tiempo de "considerar lo ya vivido" durante el primer ciclo y el segundo, se refuerza con sesiones en grupo, para compartir con otras personas nuestro propio caso, en un intercambio recíproco.
Una experiencia relativamente breve en el proceso de Renacimiento produce resultados duraderos que transforman tu vida.
También resulta beneficioso asistir a seminarios y grupos de Renacimiento para así poder practicar este proceso con más personas.

El Renacimiento se emplea con éxito en todo tipo de problemas relacionados con el miedo, la angustia, ansiedad, estrés, depresión. Relaciones afectivas y de pareja. Problemas familiares, laborales, sexualidad, dinero, autoestima. Adicciones al tabaco, alcohol, drogas, etc.
La completación del proceso de Renacimiento da como resultado una notable purificación de la mente, el cuerpo y el espíritu. Lo cual te permite vivir cada momento de tu vida y de todas tus relaciones con alegría, paz y confianza.
Tu respiración es tu vida. Renacer tu respiración es renovar tu vida.
El mejor regalo que te puedes hacer es darte cuenta que la realidad de tu vida la creas con tus pensamientos.
Emprender un viaje de aventura y conocimiento en alas de tu respiración es darle a tu vida un sentido de plenitud y de libertad.

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sábado, enero 10, 2015

El Conflicto como Motivador del Cambio

El conflicto puede ser una beneficiosa experiencia de aprendizaje y uno de los motivadores principales del cambio. El conflicto nos ayuda a aligerar nuestras vidas.

Tenemos que despojarnos de dos mitos inútiles. El primero es considerar según el conflicto como una experiencia negativa, cuando no lo es. El conflicto es un patrón de interferencia o danza de energía que está continuamente presente en la naturaleza. Es el conflicto y la perturbación lo que desorganiza las especies y hace que se reorganicen en sistemas vitales mejores y más efectivos. El segundo, según el cual el conflicto es una competición que tenemos que ganar. La clave para que los conflictos se conviertan en "maravillas" es estar abiertos al conflicto. Esta apertura marca un cambio crucial en nuestra actitud. Ya no consideramos el conflicto en términos de destrucción, supervivencia o éxito, sino como una oportunidad para crear una situación ganador/ganador, avance, abundancia, tú y yo.

El conflicto es un elemento clave en el proceso activo de la consecución de la paz. Todos experimentamos conflicto en la vida, por el solo hecho de estar vivos. El conflicto está bien. Es como respirar. Es parte de la vida. El conflicto es productivo, es un proceso catalítico que puede llevar a una mayor intimidad, autoestima, conexión con otros, pero hay que verlo como un desafío interdependiente que requiere cocreación y trabajo de equipo. Hay que mirar al conflicto directamente a los ojos. No es fácil, pero si lo negamos y lo apartamos lejos de nosotros, causa estragos desde dentro, minando nuestro cuerpo, o comunidad, infectando todo el organismo, y desequilibrando nuestra paz mental. Por el contrario, cuando el conflicto es tratado adecuadamente puede ser la grieta en el cascarón de nuestra personalidad que nos puede llevar al centro de nosotros mismos. No hay que despreciar el conflicto, sino celebrarlo. La resolución exitosa del conflicto libera energía, alegría y el sentido de haber conseguido algo.

El Proceso del Conflicto
Los conflictos surgen espontáneamente pero con un propósito en la extraña y temerosa naturaleza de los grupos. Un grupo organiza las identidades de sus miembros de la misma forma en que un imán ordena las limaduras de hierro según la polaridad norte/sur. Los grupos manifiestan formas múltiples y cambios −sentimientos internos, visiones, movimientos corporales, relaciones, interacción entre grupos grandes− y pueden ser simultáneamente personales, colectivos y globales. Los grupos son mutables, evolucionan, cambian y se transforman como el tiempo. Se autoequilibran de manera inherente una vez que se permite que se manifiesten sus procesos. El conflicto y el caos son estados temporales en un grupo que evoluciona con un propósito.

El conflicto es preexistente y va tomando forma hasta que nos podemos meter en él y trabajar en él, para procesarlo. El conflicto es un síntoma normal de tensión en cualquier grupo. El conflicto es un fenómeno normal, no un síntoma de algo que está mal. Pero nos enfadamos tanto con ello que lo evitamos y lo consideramos una enfermedad, un monstruo.
Necesitamos crear el hábito de que el conflicto puede ser una oportunidad para nuestro crecimiento personal, una manera de poder descubrir los temores de nuestra vida personal.
El conflicto es la forma más rápida de crear una comunidad, es algo que el grupo necesita para comprenderse a sí mismo. La voluntad para enfrentar las dificultades que puedan presentarse cuando surge el conflicto y que las partes comiencen a comunicarse son elementos absolutamente cruciales.

La Forma de Facilitar Tu Próximo Conflicto
1. Elige comprender en vez de evitar el conflicto, recordando que el conflicto es algo normal, útil, y el camino para el conocimiento de uno mismo y de la comunidad.
2. Observa a qué nivel ha llegado el conflicto según sus señales. Analiza los desacuerdos verbales, cotilleos, separación física, sospechas o falta total de comunicación.
3. Toma una decisión consciente de comprometerte en ello y luego entra en el conflicto con atención.
4. Dirígete a la otra parte del conflicto con tiempo y en el lugar determinado para que ocurra el proceso. Luego manifiesta tus objetivos y motivaciones para resolver el conflicto.
5. Toma tu propia posición. Manifiesta tus sentimientos y experiencias internas directa y exactamente.
6. Se neutral. Abandona deliberadamente tu posición, relájate y respira con atención.
7. Toma la posición de la otra parte del conflicto. Intenta imaginar el aspecto de las cosas desde su punto de vista. Todos los que estén relacionados con el conflicto deben considerar ambas posturas como partes internas de ellos mismos que están pidiendo ser resueltas individualmente.
8. Ahora que ya has tomado tu posición, la de tu oponente, y una neutral, el conflicto debe terminar o entrar en un ciclo de un nuevo nivel. La mayoría de la gente evita el conflicto durante tanto tiempo que, cuando por fin lo abordan, se hacen adictos a ese estado y se resisten a dejarlo atrás.

El Guerrero del Corazón
Un guerrero considera el conflicto como una oportunidad para hacer la paz y facilitar el auténtico cambio estando "realmente despiertos". La clave es la transformación: “La energía que utilizamos para crear la guerra es la energía que necesitamos para conseguir la auténtica paz”.

La primera regla para resolver conflictos es crear un espacio seguro, tanto física como psicológicamente, en el que ninguna persona se siente amenazada por la reactividad posicional de la otra parte del conflicto, y dónde piense que su confidencialidad no va a ser luego traicionada. La respiración conectada es un método poderoso para crear este espacio seguro.

Debes ser capaz de percibir que los problemas que se presentan en el conflicto pueden ser un escudo que oculta las verdaderas razones que están alimentando la disputa, que pueden ser el miedo, el daño o el resentimiento. Suelen ser temas relacionados con la autoestima, el abandono, creer que uno no vale, culpa, sexualidad o fracaso, y no suelen manifestarse claramente en la superficie, todos los campos de batalla son, en último caso, internos.

La dificultad es que cuando estamos en medio del conflicto, la mayoría de nosotros entramos en la reacción automática de luchar, escapar o congelarse, en lugar de centrarnos y unirnos. Necesitamos aprender y practicar nuevas técnicas, como mantener la calma, centrarnos y mantenernos conectados cuando se está bajo presión. Podemos utilizar la respiración para centrarnos, incluso podemos aprender a utilizarla de manera que pueda envolver incluso a nuestro oponente.

En vez de culpar a alguien o a algo, o gastar la energía en reacciones negativas, simplemente expande la respiración para que llene el vacío dejado por la contracción de tu oponente. Al aumentar nuestra conexión, hemos dado el primer paso para la resolución del conflicto porque estamos creando y alimentando un ambiente de aceptación. Podemos asumir nuestra vida con más responsabilidad y dejar de considerarnos víctimas.

La resolución del conflicto pasa por tres niveles. El primero es reconocer y asumir nuestro estado, centrándonos a través de la respiración. El segundo, una vez que hemos establecido este estado de presencia, atención y conexión, es pasar a la comunicación verbal para encontrar un punto en común a parte del que ya existe en el conflicto. El tercer nivel supone entrar en acción, buscando las posibles soluciones y hacer algo, no congelarse o escapar, sino fluir.

Ser Paz
Para permitir que haya fluidez en todas las áreas de nuestra vida tenemos que practicar el "ser paz". Sonreír mientras se respira con atención es la forma más básica de trabajo para la paz porque significa que somos nosotros mismos. Hacemos la paz con nuestra capacidad de sonreír, respirar y ser paz.

La situación mundial es tarea de todos, y la resolución de un conflicto global comienza en casa, dentro de cada uno. El Universo, al igual que nosotros, está intentando conocerse, reunirse y alcanzar alguna forma de paz, armonía y equilibrio.

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lunes, diciembre 22, 2014

La Sabiduria de la Madurez

Cada vida humana es única. Dos seres humanos no han hecho, ni harán nunca, el mismo viaje por la vida. Cada vida humana es una aventura única. Para alcanzar la sabiduría de la madurez es necesario comprender este hecho. Es el puente de comunicación con nuestros semejantes. No podemos llegar a ellos y establecer una relación significativa con ellos si no los reconocemos como personas, así como debemos tener conciencia de nosotros mismos como personas.
Parece fácil, pero en la práctica no es así. Estamos divididos en clases. Hemos desarrollado una jerga que refleja nuestro desprecio por el hombre como individuo y lo coloca donde creemos que le corresponde: en una columna de estadísticas o encuestas. "El hombre común", "la clase media superior", "la clase media inferior", "el grupo de medios ingresos", "el hombre de la calle", etc. Son expresiones que indican nuestra falta de capacidad para considerar a los demás como personas individuales y únicas e integrarlos como miembros de grupos anónimos y sin rostro.

Estamos clasificados hasta más no poder. Se nos ha examinado en todos los aspectos concebibles de nuestra vida. Los investigadores sociales que reúnen esta información saben todo acerca de nosotros: cuánto café tomamos, cuántos tenemos coche, de qué marca, qué programas de televisión vemos y hasta cuántos contactos sexuales tenemos al año.
Se hace mucho hincapié en “la adaptación”, “la integración al grupo” y “la movilidad social”. Se considera admirable que se pueda renunciar a la propia individualidad para adaptarse a los dictados del grupo al que uno pertenece. El individualismo parece estar extinguido.
No es extraño que con frecuencia perdamos toda sensación de nosotros mismos como personas y nos asustemos mucho cuando se nos ocurre una idea o realizamos un acto que no está de acuerdo con lo que los demás hacen o piensan.

Sin embargo, hoy en día el ser humano ansía conocerse a sí mismo como un ser singular, como identidad única y maravillosa distinta de las demás personas.
A pesar de las clasificaciones, del esfuerzo por adaptarse al grupo, cada uno de nosotros en el fondo de su corazón, desea ser diferente a los demás porqué en realidad es diferente de todos los demás.
Nuestro terrible anhelo de poner de manifiesto esa diferencia, de romper nuestros lazos, nos lleva a la consulta del psicólogo y del psiquiatra, al alcohol, a las drogas y al adulterio, en un vano esfuerzo por encontrarnos a nosotros mismos, pero que nos conduce irremediablemente a perdernos.

¿Cuál es el remedio? ¿Cómo podemos hacernos más conscientes de nosotros mismos como seres únicos? ¿Cómo podemos alcanzar un conocimiento de nosotros mismos más maduro? He aquí tres sugerencias:
Primera. Llegar a conocerte mediante la soledad y el retiro. La alta tensión en la que vivimos la mayoría de las veces nos ofrece una escasa oportunidad para la comunión con nosotros mismos; debemos procurarnos momentos de soledad.
Ahora bien, la soledad significa diferentes cosas para cada persona. Quizá quieras pasear por la calle entre la multitud, entrar en un templo, ponerte en contacto con la naturaleza, aislarte en una habitación tranquila, etc. ¡Identifica tu propia forma!
De todos modos, unos pocos momentos de soledad cotidiana, sin interrupciones por llamadas telefónicas ni otras exigencias, son necesarios para conocernos a nosotros mismos, para examinar nuestra vida, nuestras creencias y nuestras acciones.
Todos los grandes maestros de la historia se fortalecían e inspiraban para realizar la misión de sus vidas en sus momentos de soledad.

Segunda. Cambia las costumbres. Nos enterramos vivos bajo capas de hábitos, hasta que realizamos un esfuerzo impresionante por liberarnos. ¿Cuántas personas se resignan a vivir cada día de una manera lánguida y tediosa, encadenadas por la costumbre y por la inercia?
Observa tu vida y date cuenta qué hábitos no aportan nada a tu vida y cámbialos. También observa en qué cosas, de las que ya haces y te gustan, podrías darle un giro o hacerlas de diferente manera para que resulten más divertidas y excitantes.

Tercera. Averigua qué es lo que te produce las satisfacciones más profundas en la vida.
El mejor modo de definir el carácter de una persona consiste en averiguar la actitud mental o emocional particular en que, cuando se encuentra en ella, se siente más profunda e intensamente activo y vivo. En esos momentos hay una "voz interior" que habla y dice: ¡"Este es mi verdadero Yo"! La sensación de sentirse más vivo y activo es excitación. Puede ser la excitación de una idea, la excitación de una situación, de una persona, etc. pero cualquiera que sea la forma que adopte, la excitación es un estímulo que nos hace desprendernos del aburrimiento, de la monotonía, y de la inhibición y nos hace ser nosotros mismos en todo lo que valemos.

La excitación es el ingrediente esencial del éxito en el trabajo determinado. Es el combustible sentimental que nos incita a poner en práctica nuestros esfuerzos máximos.
La preparación profesional es importante, sin embargo el entusiasmo -la excitación- es lo que impulsa a una persona a adquirir la capacidad profesional.

Para averiguar lo que somos realmente, qué es lo que nos hace seres únicos, irrepetibles y maravillosos, debemos despojarnos de todas las capas de temor, retraimiento, duda con respecto a nosotros mismos, confusión y hábitos que se desarrollan y endurecen alrededor de nosotros y sobre nuestro núcleo interior hasta que quedamos ocultos a nuestro propio conocimiento como lo estamos de todo lo demás. El entusiasmo es la llama que derrite esas capas adquiridas que ocultan nuestro verdadero ser, nuestra autentica personalidad.

El proceso de maduración de la mente es una aventura de auto-descubrimiento continua. No podemos comprender a los demás si antes no nos comprendemos a nosotros mismos como individuos.

"Conocerte a ti mismo/a", es el comienzo de la sabiduría.

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lunes, diciembre 15, 2014

El Poder del Momento Presente

Todo el poder y toda la realización que esperamos se encuentra en el momento presente. En el "ahora" hay una energía tremenda, más de la que puedes imaginar con tu mente consciente. Nada podría estar más cerca y nada se escapa más deprisa. Ese es el misterio y la paradoja, para resolverlos tenemos que darnos cuenta que "nosotros somos este momento".

Todo el poder que está presente aquí debe encontrarse dentro. Todo el mundo tiene días llenos de excitación, de energía y de optimismo, y otros días en los que privan la fatiga, la confusión y el pesimismo. ¿Cuál es la causa de esta diferencia?

Algunas personas piensan que la respuesta reside en los ciclos corporales, o en la acción de fuerzas fortuitas, o en el destino, o en la suerte.
La verdad es que la respuesta está en tu capacidad de estar presente. Cuando estás en el momento presente tocas la fuente de la vida.

Incluso el mismo tiempo fluye de este momento presente y de ningún otro. Si quieres cabalgar en la cresta del tiempo, necesitas de toda la energía que puedas conseguir, y esa energía se encuentra dentro del momento presente. A este cabalgar en la cresta del tiempo le llamamos también inmortalidad, eterno ahora y eternidad.

Uno no puede por menos que preguntarse cómo el momento presente pudo irse alguna vez. Podemos responder a esta pregunta con un sencillo ejercicio:

Consideremos durante un momento cómo funciona la memoria.
Cuando ves la cara de una persona que no logras recordar cómo se llama ¿qué haces?
Si te esfuerzas por recordar el nombre, el esfuerzo mismo parece bloquear el recuerdo del nombre. Sin embargo todos hemos experimentado cómo un nombre o un hecho que habíamos olvidado acuden a nosotros tan pronto cuando no tratamos de recordarlo.
Parece que cuando dejamos de esforzarnos el poder de recordar entra en funcionamiento.
El deseo funciona de la misma manera, aunque son menos las personas conscientes de su mecánica.

Debido a que todos queremos cosas, es fácil caer en la trampa de trabajar, preocuparnos y esforzarnos constantemente por obtener lo que queremos. Sin embargo si te aflojas, la mecánica del deseo se cuida de sí misma.
Consideremos lo siguiente: ¿sabes realmente cómo los recuerdos perdidos vuelven a ti? Tu mente consciente no puede forzarte a recordar cosas, pero la mente es muy capaz de recuperar cualquier cosa y todo lo que haya conocido alguna vez.
De forma parecida, la mente consciente no puede comprender cómo el universo hace que los deseos se vuelvan realidad. Y del mismo modo que la persona se esfuerza inútilmente por recordar un nombre, las personas tratan frenéticamente de que se cumplan sus deseos y nunca se dan cuenta de que el esfuerzo es parte del problema y no de la solución.

Lo que ocurre es que en, nuestra lucha por no sentir dolor, hemos bloqueado el momento presente. La memoria y el deseo velan el espíritu porque hace mucho tiempo empezamos a temer por nuestra seguridad aquí en este mundo. Si confiáramos en que se nos nutre y en que estamos seguros y a salvo, nadie se preocuparía tanto en relación con la supervivencia.

En el fondo de nosotros mismos, cada uno de nosotros no es nada salvo confianza.

Ser y amar son también partes innatas de nosotros mismos, pero es la confianza la que nos permite respirar tranquilos y aceptar el espíritu de la Tierra como propio.
La técnica para recordar esto es la misma que la técnica para recordar cualquier otra cosa. Permítete a ti mismo dejar de pensar que luchar es la respuesta.

Aprecia en silencio la vida que te recibe a cada momento. Con esta aceptación callada viene la tremenda energía almacenada en el presente, y en esa energía hay abundancia, paz, inteligencia y creatividad. Todo esto son los dones del silencio envuelto dentro del espíritu de la Tierra.

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domingo, noviembre 30, 2014

Como Identificar los Patrones de Lucha

La lucha es una actitud programada y perfectamente natural para muchas personas; con mucha frecuencia nos encontramos luchando sin ser conscientes de ello.
El primer paso para eliminar la lucha de tu vida consiste en identificar los patrones de lucha.
Los principales aspectos de tu vida que debes someter a examen son los siguientes:

1) Tu cuerpo físico.
2) Tu equilibrio emocional.
3) Tus relaciones.
4) Las circunstancias físicas de tu vida.
5) Tu situación financiera.
6) Tu actitud frente al mundo que te rodea.
7) Tu capacidad para manejar los conflictos.
8) Tu capacidad para superar el estrés.
9) Tu estado psicológico.
10) Tu equilibrio espiritual.


1) Tu cuerpo físico

Si tu cuerpo es débil, se debe a un problema genético o a un desequilibrio que has creado tu mismo/a.
Si tu debilidad es hereditaria, puedes cambiar tu actitud y pasar del “pobre de mí” a un estado de fortaleza con sólo ser consciente de que tu debilidad es un don que te permite manifestar esta fortaleza a pesar de la situación.
Si tu debilidad no es hereditaria, cúrala. Si no, pon toda tu energía en sanar tu cuerpo para que deje de dominar tu vida.

2) Tu equilibrio emocional

Tu reacción ante una situación de carácter emocional expresa únicamente tu opinión al respecto, pero no necesariamente la verdad.
Entrénate para aumentar la capacidad de perdonarte a ti mismo/a, para sentir más desapego hacia ti y así comprenderás tu vida en un sentido ilimitado, infinito.
Calibra tu nivel de cólera emocional. Todos la padecemos en mayor o menor medida. Cuando la sientas surgir en tu interior, haz algo positivo para librarte de ella al instante.
Normalmente, la comunicación es de gran ayuda. Evita así mismo los conflictos. Ten presente que sólo el loco se empecina en luchar; el hombre sabio se retira. Si una situación se hace insostenible o no puedes cambiarla, aléjate de ella.

3) Tus relaciones

Por medio de nuestras relaciones aprendemos a conocernos a nosotros mismos, pues las personas que nos rodean reflejan lo que somos.
Si tus relaciones te obligan a luchar, pregúntate porqué. ¿Qué opinión tienes de ti mismo/a o de esa relación que impide que todo se desarrolle como desearías? ¿A qué estás tratando de enfrentarte? ¿En qué medida das y aceptas recibir? ¿Estás permitiendo que te hagan daño? Y, en caso afirmativo, ¿Te parece bien o quisieras cambiar esta situación?

4) Las circunstancias de tu vida

¿Te enriquecen las circunstancias de tu vida? ¿Te sirven de ayuda? ¿O acaso, estás a merced de ellas? Si este es el caso, ¿Qué piensas hacer al respecto? Por ejemplo, ¿acaso, la limpieza y el cuidado de tu hogar te exige un esfuerzo tan excesivo que no se corresponde con la satisfacción que obtienes de él?

5) Tu situación financiera

En este aspecto, la cuestión no consiste en preguntarse, ¿Tengo suficiente dinero?, sino ¿Tengo mi vida satisfecha y equilibrada con el dinero que poseo? Si la respuesta es “no”, seguramente te encontrarás luchando por mantener el nivel de vida que tu ego/personalidad considera necesario para vivir, pero que quizá no puedes mantener con la energía que posees.

6) Tu actitud frente al mundo que te rodea

Tu vida, tu evolución es asunto tuyo; lo que hagan los demás es asunto de cada uno de ellos. Si dejas que el mundo te influencie, en realidad estás diciendo: “No tomo mis propias decisiones, me limito a dar una respuesta pauloviana como reacción ante cualquier cosa que afecte mis emociones”.
Si decides que el mundo siga su camino y centras tu atención en ti mismo, te sentirás feliz y libre al instante.

7) Tu capacidad para manejar conflictos

Los conflictos no son sino meras diferencias de opinión.
¿Luchas por convencer a los demás de que tu opinión es la correcta? Y si estás en lo cierto, ¿qué más da? Es una estupidez tratar de obtener una victoria moral a costa de la propia cordura.

8) Tu capacidad para superar el estrés

En un mundo superpoblado como el nuestro y con todas las obligaciones que nos echamos encima, padecer estrés es algo normal. ¿Cómo reaccionas ante el estrés, de forma emocional o fríamente? ¿Sabes cómo combatirlo?
No es necesario volverse loco/a para vivir con alegría y sentir hasta que punto es divertida la vida.

9) Tu estado psicológico

Si tu estado psicológico te produce angustia, una de dos, o es un efecto secundario de tu estado físico o se trata, una vez más, de una cuestión de opiniones. ¿En qué medida responde tu situación a una u otra causa?

10) Tu equilibrio espiritual

El estado de equilibrio es natural. Cada vez que te ves obligado/a a forzar las cosas para que suceda algo que deseas, el esfuerzo te produce un desequilibrio. ¿Hasta qué punto te mantienes en la corriente de la vida y hasta qué punto tienes que esforzarte para avanzar?
La diferencia entre una persona espiritual y otra menos evolucionada consiste en que la primera es real. Vive en la verdad de su yo interior, lo que llamamos el Yo Superior. No juega a juegos absurdos, no necesita inventar excusas. Puede decir con toda convicción “Soy lo que soy”. Es consciente de que no lo sabe todo ni es perfecto, pero es feliz tal como es, porque es impecable.

Como el ser humano en general es débil, tiende a fingir y representa un personaje que no se corresponde con sus circunstancias personales, no es verdadero. Por ello, se esfuerza en mantener una doble existencia. Una corresponde a lo que el ego le dicta y la otra a lo que realmente es. A menudo, esta doble existencia se encuentra tan profundamente implantada en su mente que no comprende lo que su Ser Superior le dice y acaba por considerar real el personaje que interpreta, y se ve obligado a luchar para mantenerlo vivo. Los esfuerzos que realiza y su propio estilo de vida alcanzan tal grado de fragmentación que conseguir cualquier cosa que desean supone un trabajo osado y doloroso

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lunes, noviembre 24, 2014

Desviaciones Basicas de la Respiracion

Las desviaciones básicas de la respiración son una manera eficaz de averiguar los bloqueos, tanto energéticos como emocionales, que la persona tiene y que se manifiestan en el individuo a través de su forma específica de realizar su respiración. Estas desviaciones se producen en inhalación, en exhalación y en las pausas. entre inhalación y exhalación. La lectura de estás fases en sus formas manifestadas, es lo que un renacedor “leerá” para hacer las correcciones adecuadas y permitir que la respiración de la persona se libere así como la emoción asociada y la energía bloqueada.


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viernes, noviembre 07, 2014

El Sentido de Ser Feliz

Puedes tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo.

Solo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.

Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.

No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para adentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.

Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de sí mismo.
Es tener coraje para oír un “No”.
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.

Es tener madurez para decir “Me equivoqué”.
Es tener la osadía para decir “Perdóname”.
Es tener sensibilidad para expresar “Te necesito”.
Es tener capacidad de decir “Te amo”.


Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…
Que en tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.

Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.

Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.

Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.

Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas.

Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo extraordinario.

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domingo, noviembre 02, 2014

Como Resolver Traumas Natales

Existen algunos terapeutas y profesores de mejoramiento personal que han puesto mucho énfasis en averiguar patrones negativos que ocurren en la vida, basados en ciertos tipos de experiencias de nacimiento. Algunas de estas personas han hecho un trabajo excelente en averiguar estas cosas, y hemos experimentado que existen tendencias generales que son similares a sus hallazgos.
Sin embargo, al analizar estos patrones, las afirmaciones y los consejos, o cualquier otro método mental para resolver el trauma natal es fútil como poco, y quizás dañino, al menos por estas tres razones.
Primero, lo que todos los patrones del trauma natal tienen en común es que se retira la conciencia desde la parte que se siente ese patrón hacia la mente. Puesto que es prácticamente imposible averiguar un proceso tan intenso como el nacimiento con la mente, es absolutamente esencial usar un método kinestésico (en el ámbito sensorial) para lograr la resolución del trauma natal.
Segundo, no todo el mundo que experimenta el mismo suceso le saca las mismas conclusiones. El efecto del trauma natal más adelante en la vida no consta de los sucesos durante el nacimiento, sino más bien de las conclusiones que saca la gente sobre la vida durante su experiencia natal. A pesar de que pueda haber tendencias generales hacia ciertos tipos de patrones en la vida asociados con ciertas experiencias natales, están muy lejos de las fórmulas universales que algunas personas puedan hacernos creer.
Tercero, se puede hacer lo que se quiera, pero el nacimiento no cambiará. Si se cree que se es de cierta manera acerca de las circunstancias del nacimiento, se tenderá a reforzar esta creencia produciendo patrones en la vida que nos den la razón. Esto puede llevar a un círculo vicioso de discusiones intentando procesar estos patrones mentalmente, donde el mismo proceso intensifica los patrones, llevando a más procesos, etc.
Por estas razones no es recomendable hacer estudios intensos de las experiencias natales, ni hacer análisis o procesos mentales acerca del nacimiento, y tampoco darle demasiada importancia al nacimiento.

Usando sólo los cinco elementos de la respiración circular, sin empeñarse en intentar recordar el nacimiento, y sin intentar resolver patrones natales, funciona muchísimo mejor en resolver los traumas natales que cualquier método mental, por estas tres razones adicionales:
Primero, los recuerdos del nacimiento son substancialmente kinestésicos. Esto significa a menudo que es necesario resolver los sentimientos asociados con el nacimiento antes de que surjan recuerdos visuales o auditivos.
Segundo, las sugerencias mentales sobre el nacimiento con frecuencia son erróneas.
Tercero, alentar a la persona que respira para que recuerde su nacimiento implica que existe una manera correcta de hacer la respiración circular, lo que conlleva más esfuerzo y lucha, dificultando mucho la integración.

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martes, octubre 28, 2014

La Gestion del Cambio

1. El Cambio
Existe una palabra que caracteriza la vida. Esta palabra es: "Cambio".
Sean cuales sean las palabras que usemos para describir nuestra percepción del cambio: desafiante, excitante, incómodo, temible, necesario, doloroso, inevitable, etcétera, un hecho es seguro: El cambio es una constante. El cambio se dará tanto si lo queremos como si no. Lo temamos, intentemos resistirnos o nos escondamos de él, el cambio va a ocurrirnos a todos.
Algunos son muy traumáticos, como un divorcio o una pérdida de trabajo. Otros pueden ser más sutiles. Todo cambio, de cualquier forma, es estresante en mayor o menor grado. Dado que el cambio produce emociones intensas, tanto positivas como negativas, es imperativo que aprendamos a gestionarlo.

2. El Cambio es un Proceso
Una forma de vivir el cambio es verlo no como un suceso, sino como un proceso.
El cambio tiene mil nombres y descripciones. Puede significar cambiarse a una nueva oficina o casa, asumir nuevas responsabilidades, darse un nuevo corte de pelo, incluso un nuevo color de pelo.

3. Resistencia al Cambio
Es sabido que habrá resistencia al cambio. Podemos definir cuatro formas en que nos resistimos al cambio.
La primera es la del "jarro de agua fría". Este es el procedimiento usado, cuando los individuos echan agua fría sobre una idea con frases como,"Está fuera de presupuesto" o, "Sí, pero..."
La segunda forma de resistirse al cambio es la llamada "vuelta a la normalidad". Este es el procedimiento seguido por individuos que, cuando ven venir el cambio, agachan la cabeza y desean o rezan para que las cosas vuelvan a su estado normal.
El tercer método de resistirse al cambio es adoptar una mentalidad de "espera". Él problema es que no hay nada tan letal como el no hacer "nada". Al cuarto procedimiento de resistencia al cambio podemos simplemente llamarle "incumplimiento". Este es el tipo de resistencia más difícil de tratar. La persona incumplidora sonríe, asiente y puede que exprese sentimientos tales como: ¡Hagámoslo! Sin embargo, estos individuos son expertos en volver a sus vidas y no hacer absolutamente nada para llevar a cabo los cambios con los que estuvieron de acuerdo de palabra.

Comprender las diferentes formas de resistencia al cambio puede ayudarte a planear una estrategia para hacerlo efectivo con éxito.
Las grandes ideas no se llevan a cabo solas. Para que el cambio sea efectivo, tienes que planear tu trabajo, tu vida. Y hacer que tu plan funcione. La planificación y preparación son la clave.
Para triunfar, debemos correr riesgos. Y el cambio es arriesgado.
- ¿Estoy dispuesto a arriesgarme a cambiar?
- ¿Estoy dispuesto y está mi pareja a arriesgarse a cambiar?
- ¿Estoy dispuesto y está dispuesta mi familia, comunidad o equipo a arriesgarse a cambiar?
- ¿Estoy dispuesto y está dispuesta mi compañía a arriesgarse a cambiar?

4. El Ciclo del Miedo
El miedo constituye gran parte de lo que nos impide enfrentarnos al cambio con éxito. Para tener éxito, debemos aprender a romper el ciclo del miedo. Todos hemos experimentado el riesgo y la rotura del ciclo del miedo. Después de todo, ¿cómo aprendimos a andar y a hablar, a montar en bicicleta, a esquiar? Si te quedas quieto nunca avanzas.

¿Y Sí…?
El ciclo del miedo comienza con la pregunta "¿Y sí…?" Tu imaginación vuela libremente. Todo parece peor de lo que es. Se implanta el pánico, y tú exageras las consecuencias.
Esto conduce al siguiente paso en el ciclo del miedo. La percepción distorsionada.
Aquí tiendes a exagerar la dificultad de una situación dada, diciéndote a ti mismo cosas como, "Sé que nunca lo terminaré a tiempo", etcétera... ves todo lo que te rodea como un obstáculo; demasiadas reuniones, una cantidad de interrupciones aplastantes, etcétera...
Esto lleva a un tercer componente del ciclo del miedo, los signos físicos de estrés.
Si escuchas a tu cuerpo, te darás cuenta que estás en el ciclo del miedo.
Y llegamos al siguiente paso, la fase llamada "congelación o frenesí". Aunque son respuestas opuestas, su característica común es la exageración. La congelación además implica retraso.

Finalmente el ciclo del miedo se completa cuando se cumplen sus expectativas. Con seguridad, a causa de los pasos uno a cuatro en el ciclo, no rindes al máximo de tu capacidad y se hacen realidad tus peores temores. Así que te justificas por tener miedo al principio, y esto te prepara para el siguiente ciclo. Puede que pienses, "No caeré presa del ciclo del miedo". Pero la realidad es que muchos de nosotros lo hacemos.

5. Romper el Ciclo
¿Cómo rompemos este ciclo? Primero, haciéndole pasar por la prueba del "peor de los casos". Esto puede significar, permitirme a mí mismo la preocupación y el miedo ¡pero no quedarme ahí! Necesito preguntarme, o animar a la persona asustada a preguntar, "¿es realmente tan malo? ¿son realmente mayores los inconvenientes que las ventajas?" Otra técnica es hacer una lista de las cosas que te preocupan, y después convertir las preocupaciones en previsiones. Cambiando "¿Y qué si ocurre lo peor?" por, "Sí ocurre lo peor, entonces haré… "Estoy dispuest@ a pasar de la previsión a la acción. "El miedo y la acción no caven en el mismo lugar".
Entender la esencia del miedo puede ayudarme a vivir con él. El miedo es algo natural. Es normal que experimentemos miedo cuando nos enfrentamos a cambios. El miedo miente. Distorsiona. Exagera. Amplía. Como las sombras en un cementerio a medianoche, el miedo hace que todo parezca peor de lo que en realidad es.
El miedo debería impulsarnos a concentrarnos en lo que podemos hacer, no en lo que no podemos hacer. Debemos recordar que lo peor raras veces es tan malo como nos lo pinta el miedo. Incluso cuando prevemos y definimos lo peor que puede ocurrir, las probabilidades de que ocurra de hecho son casi nulas.

Romper el ciclo del miedo es un paso crucial para gestionar el cambio con éxito.

Primero, ¡adelante, preocúpate!
Enfréntate a tus temores, no los niegues.

Segundo, convierte la preocupación en previsión.
Cambia el "Y sí… " por "sí… entonces…"

Finalmente, ¡Reacciona! ¡Cambia!

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sábado, octubre 25, 2014

El Cerebro Emocional

El sistema límbico, también llamado cerebro medio, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta). Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento de movimientos emocionales como el temor o la agresión.
En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta penas, angustias y alegrías intensas.
El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste.

El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones.
Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los primeros mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio un salto cuántico. Por encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico la naturaleza desarrolló el neocórtex, el cerebro racional.
A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma la capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la inmediatez del momento presente, de comprender las relaciones globales existentes, y de desarrollar un yo consciente y una compleja vida emocional.

Hoy en día la corteza cerebral, la nueva zona del cerebro humano, recubre y engloba las más viejas y primitivas. Esas regiones no han sido eliminadas, sino que permanecen debajo, aún activas.
La corteza cerebral no solamente es el área más accesible del cerebro: sino que es también la más distintivamente humana. La mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción, proviene de esta región cerebral.
Así, pues, el neocórtex nos capacita no sólo para solucionar ecuaciones de álgebra, para aprender una lengua extranjera, para estudiar la Teoría de la Relatividad o desarrollar la bomba atómica. Proporciona también a nuestra vida emocional una nueva dimensión.
Amor y venganza, altruismo e intrigas, arte y moral, sensibilidad y entusiasmo van mucho más allá de los rudos modelos de percepción y de comportamiento espontáneo del sistema límbico.
Aunque, por otro lado -esto se puso de manifiesto en experimentos con pacientes que tienen el sistema límbico-, esas sensaciones quedarían anuladas sin la participación del cerebro emocional. Por sí mismo, el neocórtex sólo sería un buen ordenador de alto rendimiento.

Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel en la asimilación neocortical de las emociones. Como 'manager' de nuestras emociones, asumen dos importantes tareas:
• En primer lugar, moderan nuestras reacciones emocionales, frenando las señales del cerebro límbico.
• En segundo lugar, desarrollan planes de actuación concretos para situaciones emocionales. Mientras que la amígdala del sistema límbico proporciona los primeros auxilios en situaciones emocionales extremas, el lóbulo prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de nuestras emociones.

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